Koyaanisqatsi
es una película montada sobre un gran flashback general que articula su idea
principal sobre la base de una construcción de secuencias que por medio del
montaje sintético se subdividen en estructuras superficiales, conexiones
asociativas que permiten el desarrollo de la obra.
La
belleza de la naturaleza en estado puro corresponde con el aspecto de lo
sublime. El titulo e imágenes de dibujos Hopi, el cohete espacial y la visión
de la naturaleza se introducen con imágenes de nubes, viento e imágenes de
arena de desiertos, imágenes de pájaros saliendo y entrando en cuevas. Junto a un
cambio en la música que señala la atención de las nubes en movimiento, también
surgen imágenes del agua en movimiento, cascadas, el mar, el brillo de las olas
y las nubes otra vez. Las olas del mar embravecido, en contraste con las nubes
para pasar con un nuevo cambio en la música que nos introduce de lleno en el
mundo creado por el hombre y termina con la mega destrucción. Nos adentrarnos en el mundo de la
cultura, de la civilización, aparecen plantaciones. Llega la primera explosión
que destruye la naturaleza y nos lleva a analizar el fenómeno de las energías,
las canalizaciones y la masiva apropiación de las fuerzas naturales. Las
tuberías, los cables de alta tensión, fuentes de energía canalizadas. Mientras
cambia el ritmo de la música y un plano aéreo de industrias hace crecer el ritmo
para ver una grúa inmensa con explosiones y máquinas extrayendo petróleo.
Grandes depósitos de industrias de transformación. El fuego y la bomba atómica
son elementos que transportan a un cambio brusco que se introduce en una playa
al lado de una central nuclear, paradójicamente con turistas dentro de ella.
Llegamos a la ciudad con los medios de comunicación, el transporte y la civilización
industrial. Un avión que se acerca hacia nosotros da el comienzo a imágenes de
autopistas y de grandes ciudades. Con una multitud de coches, del transporte y un
plano que muestra la compleja red de movimientos que desarrollan los hombres
asociándola con la industria del automóvil. Planos de tanques de la 2da Guerra Mundial,
la aviación, los cohetes y las naves espaciales, que son fruto de la industria
militar. La bomba atómica y la fórmula de Einstein en el portaaviones. El NAPALM
de la guerra de Vietnam y la destrucción por el fuego.
Ya
centrado sobre la ciudad de Nueva York nos presentan un análisis de carácter
sociológico. La música desaparece y vemos imágenes de esta ciudad sobre un
fondo de nubes que proyectan su sombra sobre los edificios. Un travelling desde
la costa nos introduce en la ciudad que se rodea de barrios asolados por la
destrucción y la pobreza. Desde un plano aéreo la música nos invita a ver la
zona abandonada globalmente. Nuevamente la destrucción y demolición de los
edificios. La cámara sale de nuevo de la ciudad para verla bajo el movimiento de
las nubes y la naturaleza. Una vez más nos adentramos en la ciudad. La
oscuridad de la noche contrasta con la luz de los edificios Se representa a la
sociedad humana como hormiguero con una cámara rápida de imágenes de ciudadanos
por las calles, luego pasamos a una cámara lenta que junto a la música entregan
patetismo y tristeza.
Los
retratos de las personas sobre fondos tecnológicos: tren y avión, con objetos
que identifican su función en la ciudad como las mujeres del casino. La ciudad
de noche es después de un pequeño reflejo sólo una llegada más de la noche con
la música que da otro giro. El sol se pone
en los cristales de un edificio. La luz y el movimiento son los
protagonistas de la ciudad como una estructura viva, con sus canales de
distribución, como si de la circulación de la sangre se tratase. La luna trae
la noche. La música aumenta el ritmo, y vemos planos de las avenidas transformadas
en líneas blancas y rojas resultantes del movimiento de los automóviles.
Esta
nueva sección es dedicada al análisis de la actividad productiva. Amanece y el
ritmo permanece mientras las nubes pasan desenfrenadas frente al ritmo
incesante de la ciudad. Se pasa a un plano de la calle en donde hombres,
automóviles y el sistema de organización del tráfico funcionan al unísono, como
si fuera un mecanismo impersonal. Una estación con sus escaleras mecánicas que
transportan a los individuos como hormigas funciona como metáfora visual del
ritmo y reproductibilidad industrial que se suceden cuando los hombres salen de
la escalera mecánica, como la máquina que produce salchichas u operarios que distribuyen
el correo, o fabrican pantalones y televisores. La metáfora toca las ciudades,
automóviles, máquinas de apuestas, jugadores de bolos, a espectadores del cine,
a la estructura de un centro comercial, a la fila de cobradores de los centros
comerciales. El movimiento rítmico de producción y consumo aumenta a un ritmo
vertiginoso. Producción de pasteles y consumo, ritmo, intercambio, sustitución,
una fábrica de automóviles mecanizada,
uniforme, repetitiva y demasiado recurrente. La industria junto a la calle
poblada de autos, nuevamente el ritmo acelerado de reproducción, con movimiento
de impersonalidad Pura objetividad para los planos aéreos o picados. El metro y
un plano subjetivo de movimiento en un automóvil a través de la ciudad dan paso
a el plano subjetivo de un objeto producido a través de una cinta mecánica, un
pastel o un ascensor junto a un carrito de la compra. Las imágenes del
televisor, entre ellas, un cohete espacial, que reproduce el movimiento de la
transformación y se introducen planos en cámara lenta de individuos. Enseguida
volvemos al movimiento muy rápido en plano subjetivo de la ciudad. Las líneas
ahora se hacen más abstractas. Explotan televisores y una pareja en cámara lenta pasa a la rapidez de los
automóviles. Una discoteca como máquina de recreo en la avenida de la ciudad con gente en
movimiento. Para volver hacia la ciudad de rostros excluidos, de ancianos,
pobres, enfermos, negros y latinos hasta que la música marca un punto y aparte.
La cámara sale fuera de la ciudad y realiza un plano cenital a cámara lenta que
se aleja paulatinamente
Un cuarto bloque marca
los límites y morfología de la ciudad como un circuito computacional e
individualiza a los habitantes. Se asemeja a un circuito electrónico pues tienen
la misma estructura vista en la escala adecuada. La secuencia es metafórica y
vuelve a la ciudad lentamente, en un plano aéreo nocturno. En cámara lenta un
individuo que fuma cansado, un ascensor se abre para dejar entrar a nuevas
personas, un sujeto anuncia algo en la calle con su sombrero, un joven mira, un
anciano se afeita en la calle entre la multitud. El rostro de los hombres y
mujeres en planos angulares, o con teleobjetivos. Una anciana sacude su mechero
para encenderse un cigarrillo a cámara lenta entre la gente. Levantan un
individuo que ha caído borracho, una mujer mira y cierra un cristal del
automóvil que deja reflejado un edificio. Un hombre mira desnudo por la ventana
y un incendio rompe momentáneamente el ritmo de la ciudad. Un bombero se mueve
mirando a todos lados, una mano es auxiliada en un hospital. Un indigente mira
las monedas que lleva en la mano y la bolsa
se disuelve en el movimiento.
Finalmente se cumplen las profecías y volvemos, como resolución del flash back, a la nave espacial a punto
de despegar. La nave sale al espacio y lentamente vuela hacia el espacio pero
explota en una enorme nube de humo y fuego. Se precipita al vacío y la cámara sólo
sigue a uno de los pedazos de la nave ardiendo. La imagen se funde nuevamente en
las figuras de los indios hopi hasta reaparecer
el concepto explicativo Koyaanisqatsi.
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