Con la consideración
conceptual de que los códigos, según J. Fiske, entendidos como sistemas de organización
simbólica de los signos, gobernados por reglas aceptadas por la totalidad de la
comunidad, sabemos que los
códigos kinésicos son arbitrarios pues existe un acuerdo entre los usuarios que
se presenta como explícito y definido, acordada entre los significantes y los
significados. Estos códigos están compuestos por representaciones simbólicas, son denotativos,
impersonales y estáticos. En este caso se puede hablar de un código
abierto ya que se comparte por los miembros de una audiencia masiva, pero de
banda estrecha pues está destinado a una audiencia restringida, siendo más simple,
menos complejo que el elaborado. Aunque el código restringido tiende a ser oral, se acerca a códigos
presenciales o de la comunicación no verbal, que tiende a ser redundante junto
con mensajes predecibles para tratar de cumplir las funciones fáticas de la
comunicación. Este código presencial y restringido está orientado hacia las relaciones
sociales, es indicativo del status de hablante. Los códigos restringidos
dependen de la interacción con códigos no verbales. Por ultimo los códigos
kinésicos son restringidos pues dependen
completamente de la experiencia cultural. Este código si bien puede llegar a
ser estético como en el caso de la gestualidad en la actuación teatral, es
considerablemente arbitrario, como se expuso anteriormente.
Esto quiere decir que el sentido que le asigna al conjunto de signos del
sistema simbólico dentro del cual se enmarca el código kinésico, que estudia el significado expresivo y la comunicación de los sujetos por
medio de movimientos corporales y gestos aprendidos, no orales, de percepción
visual, auditiva o táctil, como los de las manos y brazos, considerados como los principales
transmisores de gestos, pero también los pies y la cabeza.
En relación con la estructura lingüística
y paralingüística y con la situación comunicativa,
la kinésica aporta significados especiales a la palabra oral, durante un evento
comunicativo, teniendo o no la intención, pero otorga sentido a los diversos signos
dependiendo del lugar y contexto en donde se realicen. Es distinto un gesto
enfático con las manos hacia arriba y
hacia abajo que indique un intento de dominación por parte del emisor de un
mensaje, que la misma acción represente una forma de aprobación en otra
cultura. En cambio, gestos más fluidos y continuos indican un deseo de explicar
o generar empatía.
Este código comunicacional
se asocia al paralenguaje pues describe formas de comunicación humana no
verbal. Esto incluye los movimientos más sutiles e inconscientes, incluyendo el
guiño y los movimientos leves de cejas. Además, el lenguaje corporal puede
incluir la utilización de expresiones faciales y postura. También la postura
del cuerpo
o su orientación en relación a otro cuerpo. En este apartado se distinguen las
posiciones corporales abiertas, aquellas que implican la no separación de un interlocutor de otro,
mediante brazos y piernas, y las cerradas que por el contrario implican la
utilización de piernas y brazos para proteger el cuerpo o para servir de
barrera para que el otro individuo se introduzca en una interacción que se
mantiene, (cruzar los brazos, cruzar piernas al sentarse para hablar con alguien)
La mirada se estudia separadamente
por la importancia que conlleva, aunque forme parte de la expresión facial. La
mirada cumple una serie de funciones, la regulación del acto comunicativo, fuente
de información, expresa emociones, comunica la naturaleza de la relación
interpersonal. Su estudio contempla diferentes aspectos, entre los más
importantes podemos mencionar: la dilatación de las pupilas, el contacto
ocular, el acto de parpadear y la forma de mirar:
Otra significación que otorga el
código gestual o kinésico, es la que se desprende de la sonrisa en la expresión
facial, que se utiliza para expresar felicidad, alegría o simpatía, incluso
para hacer las situaciones más llevaderas. Además puede tener un efecto
terapéutico en las personas pesimistas o deprimidas.
El origen de este código se remonta a tiempos prehistóricos,
pues ya la antropología física ha dedicado gran parte de su estudio a tratar de
comprender las relaciones sociales y físicas de los individuos en el pasado. Ya
en los registros pictóricos que quedan como rastros indelebles del pasado
natural del hombre, se pueden apreciar los acercamientos o posturas que los sujetos
primitivos tomaban para comunicarse y hacer su vida diaria, cazando o
recoleccionando alimentos y conviviendo en comunidad, de manera que las
primeras relaciones sociales del homínido primitivo se estima debió desarrollarse
a un nivel donde la proxémica y la kinésica se manifestaban claramente. La evolución
de la raza humana ha traído consigo nuevas consideraciones y convencionalismos
propios de las sociedades que progresan culturalmente. Que son derivadas de la
experiencia compartida por los miembros de una cultura.
Al parecer esta tendencia de comunicarse de
manera no verbal se mantiene en el tiempo pero cada cierta época retrocede su
influencia, dejando el paso libre para el desarrollo y establecimiento del
lenguaje como máximo código comunicacional. Esta situación, lejos de afectar
las posibilidades de la kinésica, le permite dedicarse a esferas del comportamiento
humano que difícilmente el lenguaje podría expresar mejor sin necesidad de
enfatizar o redundar.
La sociedad sea cual sea, pero en este caso
tomemos como ejemplo en particular la chilena, se pone de acuerdo
convencionalmente a través del uso y la renovación de la tradición para desusar
o reutilizar maneras que antes se dejaron de lado. Sucede recurrentemente que
en estratos sociales de rangos etáreos menores, jóvenes y adolescentes, se
presente un amplio uso de la gestualidad. Lo mismo sucede con los individuos
que se encasillan dentro de determinado estrato social o cultural. En este
punto se puede considerar a veces como excesiva la utilización masiva de la
kinésica, pero esta situación debe analizarse objetivamente desde el punto de
vista de la carencia educacional que detentan estos individuos.
Posturas agresivas y ademanes culturales obscenos
y escatológicos se nos presentan constantemente en todas las esferas sociales.
Practicas que se han ido expandiendo por la rápida difusión comunicacional
visual con la que disfruta esta sociedad. Los cambios que ha adoptado la
sociedad chilena con respecto de hace 25 años atrás es considerablemente mayor
que las adaptaciones anteriores, pues se han generado nuevas rebeldías y
liberalismos que suponen nuevas formas de expresión de carácter más urbano y marginal.
El lenguaje de los gestos
posibilita expresar una serie de sensaciones y pensamientos, desde desprecio y
hostilidad hasta aprobación y afecto. Ciertos tipos de gestos pueden ser
considerados culturalmente aceptables o no, dependiendo del lugar y contexto en
que se realicen. Con la expresión facial expresamos muchos estados de ánimos y
emociones. Básicamente se utiliza para regular la interacción y para reforzar o
enfatizar el contenido del mensaje dirigido al receptor. Nosotros utilizamos la
expresión facial para: expresar el estado de ánimo, indicar atención, mostrar
disgusto, bromear, reprochar, reforzar la comunicación verbal.
De esta manera se entiende que los códigos no sólo son sistemas para organizar y
comprender datos, sino que también cumplen funciones comunicativas y sociales.
Además estos códigos presenciales, conocidos también como constituyentes
de indicios, que expresan los gestos representan algo diferente de ellos mismos. Estas significaciones no
serian posible de todas maneras si el código y la cultura no se
inter-relacionara dinámicamente, cumpliendo una función social o comunicativa
identificable, en donde todos lo códigos pueden ser transmitidos a través de
medios y canales de comunicación
apropiados.
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