viernes, 26 de octubre de 2012

Breve análisis simbólico.




Una cruz, del latín crux, es primero que todo una figura geométrica que está compuesta por dos líneas que se cruzan en un ángulo recto y es representada como uno de los símbolos, creados por el hombre, más antiguos. Las variantes que están presentes en distintos sistemas simbólicos posicionan a la cruz en al menos tres bastante claros. El religioso, el de tránsito, y el sistema médico. El primero está presente en todo el mundo religioso cristiano, con distintas variaciones, pero que se encuentran incluso en otras teologías. La cruz del tránsito es una manera de advertir el cruce de caminos y tomar precaución, por lo general se le añade un soporte, como base o fondo, de color amarillo, para que destaque su color negro y su forma gruesa. La tercera variante más común es la que simboliza el cuidado médico, la cruz roja de los hospitales o de las fundaciones de beneficencia.

El signo cruz que está asociado al código cultural del cristianismo no es propio de la religión cristiana pues está presente en otras religiones. Pero en occidente se le considera como el "símbolo de la religión cristiana". Quizás el símbolo más relevante de la doctrina del sufrimiento y el martirio, especialmente católico. Su origen se refiere al método de ejecución de Jesucristo, el mesías de los cristianos, cuando la iglesia le ha significado al manifestar que la línea vertical representaría la divinidad de Dios y su carácter trascendental mientras que la horizontal su humanidad. Por cierto algunas interpretaciones gnósticas pre-cristianas interpretan el carácter sexual presente en este símbolo, donde se humaniza la cruz y se considera a su porción horizontal como el sexo femenino y la parte vertical, erecta, como el sexo masculino.

Los códigos de comportamiento asociados a la cruz, en su código religioso cristiano, están presentes constantemente en la vida de quienes profesan esta fe. Ya sea en las liturgias, ceremonias o ritos religiosos, o al transitar por la vía publica adornados con crucifijos en el cuello o pulseras, como también al momento de pasar frente a alguna iglesia o capilla. Los códigos de comportamiento moral y cristiano son de los mayormente criticados al realizar una visión critica de la conservaduría cultural y católica de una sociedad. Pues este símbolo, al que se le otorgan propiedades sacras, implica una sumisión, una piedad y obligaciones propias de los dogmas teológicos.

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