domingo, 24 de noviembre de 2013

EL CINERESISTENCIA

MANIFIESTO DEL CINERESISTENCIA[1]



Este colectivo es una agrupación que trabaja por la educación, la investigación, el rescate de la memoria y la creación del arte audiovisual, generando espacios alternativos de contrainformación, de diálogo y retroalimentación,  donde tanto el espectador como el cineasta sean libres de expresarse, de criticar y de sentir.
Ante la perturbación y la distracción que provocan los intereses económicos neoliberales e imperialistas en el mundo audiovisual chileno, los cuales han llegado al punto de intentar quitarnos la libertad de decisión al invadirnos con conceptos falsos de realidad, esta agrupación se ha propuesto la tarea colectiva de despertar la mirada crítica del espectador, así como de estimular al realizador de cine para oponerse a la hegemonía de la industria extranjera.
El Cineresistencia denuncia que el cine chileno contemporáneo está hegemonizado por las clases medias y burguesas de nuestra sociedad, que se representan como caricaturas decadentes de sociedades colonizadas por el imperialismo.
El Cineresistencia se posiciona desde la crítica política constante y directa, hacia el cine de las grandes producciones, de aquellas historias que  vienen de antemano manipuladas por la censura y por la crítica. Que sólo describen historias íntimas y particulares, en donde el drama de la vida privada de un individuo busca interesar a los mismos individuos alienados de las clases dominantes.
Este cine de la burguesía no hace que el espectador se sienta parte de aquello que afecta a todos los hombres; la falta de trabajo, la inseguridad de la vida, el temor a la guerra, la injusticia social, sino que sólo envuelve a los individuos en las alegrías, tristezas o angustias de algún personaje particular de la pantalla para que se vean reflejadas en él las suyas propias.
Nuestra historia está marcada por la represión y la tortura que han impuesto los grupos económicos que se han apoderado de los bienes comunes. Por eso creemos que la cultura popular dejará de ser sólo una manifestación relativa, apenas inspiradora de un arte, cuando deje de ser creada por artistas todavía sofocados por la razón burguesa.
Es decir, queremos posicionar al film que trate sobre los problemas fundamentales del hombre contemporáneo y que no lo considere aisladamente, como caso particular, sino en sus relaciones con los demás hombres.
Nuestras luchas deben volver a enfocarse sobre la 'liberación' o la 'expropiación' de los bienes y medios de producción de valor, a través de la renacionalización de la producción. Si bien antes la lucha radicaba en la propiedad material  ahora los bienes amenazados no tienen sólo una calidad material, puesto que la tensión política radica sobre el conflicto entre 'liberación / apropiación' de 'bienes intelectuales comunes' que les pertenecen de forma incluyente a todos los seres humanos. Es recuperar el derecho de manifestar, como colectivo de cineastas, realizaciones sin compromisos ni intereses comerciales, oponiéndose al lucro
La liberación de la cultura popular, el lenguaje de los sujetos populares, debe ser de permanente rebelión histórica y de crítica social. La lucha social en el cine debe manifestarse en el encuentro de los realizadores audiovisuales revolucionarios, que ya se hayan desligado de la razón burguesa para trabajar con las estructuras más significativas de la cultura popular.
El Cineresistencia comprende al cine como un proceso de colaboración, donde existe la oportunidad de trabajar con otros compañeros que puedan aportar ideas similares o más interesantes que las del realizador, en donde los roles se manejan entre todos y no existe una separación rígida de especialidades. Es un campo de trabajo en donde todos son igual de capaces para realizar la función del otro tratando a los compañeros y colaboradores con respeto y dignidad. De este modo se contrapone el trabajo colectivo al concepto de jerarquización de funciones, para elevar la calidad y el contenido crítico de la  obra.
Puesto que nada es original (sino que se debe apuntar a la autenticidad) el nutrirse de información liberada no puede ser considerado un robo, esa figura para el Cineresistencia no es válida. El movimiento Cineresistencia busca que las obras de creación, intelectuales y de investigación, se produzcan colaborativamente, compartiendo  redes igualitariamente distribuidas sin que se les restrinja con medidas tecnológico-legales que han alcanzado un aumento ilimitado de su poder represor.
La industria cinematográfica sólo produce bienes de consumo y enormes ganancias concentradas en unas pocas corporaciones comerciales. Nosotros nos oponemos totalmente a esta comercialización de la creación audiovisual y buscamos la libre circulación de bienes y obras intelectuales, velando por la posibilidad de que quien quiera pueda expresarse, o decidirse a ser artista, a desarrollar su arte y emprender sus proyectos sin necesidad de tener contactos con algunos 'dueños' de las industrias culturales o venderse al sistema neoliberal que impera en la industria del cine.
De este modo nos proponemos construir una nueva configuración de significado profundamente consecuente y revolucionario.  En donde la autogestión sea la principal herramienta, haciendo posible crear obras audiovisuales que respeten las siguientes anotaciones o sugerencias, que no deben considerarse como reglas sino más bien como posiciones consecuentes con las ideas revolucionarias de producción social no capitalista.
1) No creemos en las reglas del cine, este es un arte que es a la medida de cada sujeto. De quien tenga la pasión por deselitizar al mundo del cine, de acabar con las estructuras verticales y piramidales y para quienes creen en la horizontalidad del conocimiento.
2) Planteamos una forma abierta y directa que puede ser considerada como simples anotaciones sobre el trabajo del realizador o sobre lo que debería hacer cada equipo de trabajo, porque estamos convencidos que la forma en que se instruye para desarrollarse en esta disciplina no es la mejor ni la única forma de hacer cine. Pues no hay una única forma de hacer nada en el arte y menos en el cine.
3) La autoría de las obras debe ser compartida, el equipo de realización debe adoptar el nombre del colectivo mientras que en los créditos se deben mencionar a todos quienes aparecen en la obra.
4) Proponemos que las grabaciones y rodajes deben realizarse en su mayoría en locaciones naturales, no intervenidas, para no depender de decorados artificiales. Eso implica que se debe tener conocimiento previo de todas las potencialidades que puede otorgar la locación en cuanto a la iluminación natural y decorados no preparados. Del mismo modo el sonido debería ser directo y diegético.
5) Se propone una libertad total con respecto a la escala de planos y al uso de todo soporte que permita grabar, ya sea análogo o digital, todo tipo de cámaras, de todos los tipos de calidad posible que se tenga a disposición.
6) El relato de la obra debe estar enfocado a cuestiones de índole social y no caer en la descripción psicologizante de los individuos que sólo realzan la vida privada, de esta manera se le vuelve a dar valor al conflicto social y político de las comunidades representadas.
7) El Cineresistencia desacredita a la producción comercial que cree estar por sobre la película y que ésta debe servirle. La película no debe servir al presupuesto, sino que a la intención de generar en el espectador una critica al sistema de producción por sobre la invisibilización de la inversión privada y con fines de lucro.
8) El Cineresistencia no debe tener ningún interés en permitirles a quienes se lucran con la cultura, el dictar la forma en que el realizador desea hacer una película.
9) El Cineresistencia no espera limitarse a la academia, sino que sale a las calles, haciendo muestras itinerantes en plazas, colegios e incluso universidades en diversas localidades del país donde se compartan estas ideas. Los que formamos parte de Cineresistencia somos un movimiento por la liberación de la cultura en todas sus formas.
Queremos que todos aquellos realizadores audiovisuales alternativos que conserven guardadas sus obras sin poderlas proyectar vean en el Cineresistencia una opción comunitaria para expresar y compartir su cine, pues aquello que no se logra expresar y compartir se pierde.
Buscamos liberar la calle y hacer ocupación de ella, liberar los espacios públicos, las plazas y los anfiteatros, generando ágoras y teatros abiertos para ejercer aquel conocimiento del derecho que nos hace sentir que la ciudad nos pertenece. Hemos tomado el riesgo de tomarnos las calles sin permiso para deselitizar el conocimiento y sacarlo del enclaustramiento de las escuelas y academias. 








[1] En el año 2010, surgió en la Escuela de Cine de la Universidad de Chile un primer acto político - poético realizado por cineastas estudiantes, que valoran y respetan al cine como arte de resistencia organizándose como un colectivo.­­

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