Dexter es un personaje perturbado, dueño de una
perversión única que lo hace destacarse por su inteligencia y frialdad. Se
presume que su vida ha estado desde su
infancia marcada por la violencia. No lo sabemos, pero sus padres al parecer tuvieron
una muerte violenta y él tuvo algún grado de participación en los hechos,
quizás como testigo, quizás como la causa, pero lo que sí debemos creer es en
la declaración de inocencia de Dexter.
A todas vistas él es un psicópata desadaptado en la
sociedad, posee una fijación patológica con los cuerpos y más aun con la sangre. Quizás su trabajo
como forense lo ayude a desarrollar su enfermedad. Pues al parecer se ha
convertido en una cierta vendetta sádica.
Pero bien, este tipo de sujetos no tendría cabida en el
ideal platónico de un estado justo y sano, por ende corresponde analizar el
porqué este comportamiento queda excluido de lo ideal. Para Platón, en palabras
de Sócrates, existen cuatro virtudes irrenunciables y que los hombres deben
poseer para ser hombres justos y de razón; la prudencia, el valor, la templanza
y la justicia. Estas virtudes son constituyentes así mismo de los individuos
como de las comunidades, por ende el carácter que se le atribuye a una sociedad
es el resultado de lo que son sus integrantes.
El caso de Dexter se aleja bastante de esta situación pues
se puede apreciar que aunque él aparentemente se considere un tipo de
justiciero, sus actos enfermos demostrarían injusticia y discordia. El concepto
de bien y mal en Dexter es confuso, se le construye como un sujeto que desde
niño busca saciar ese tipo de hambre matando a seres vivos. Además es
interesante destacar que ante los cuestionamientos de un padre, de un mismo
modo, igual de perturbado que él, declarará Dexter que aún no comete muertes
contra humanos por no afectar a sus padres. Hasta ese momento no comete esos
crímenes por respeto a sus padres.
Ante la enfermedad de Dexter cabría esperar, según Platón,
que no existiesen por su parte deseos de vivir pues está enfermo el cuerpo al
igual que el alma. El modelo de degeneración de Dexter puede ser reflejo de
este Estado enfermo que a cada momento se recalca como tal. Al parecer Miami es
un Estado ideal para que los hombres enfermos perduren en el.
Por otro lado, Gorgias le declara a Sócrates
que la retorica se ocupa de lo que le concierne a las cosas justas e injustas.
Por ende para Sócrates el orador debe saber qué es y no es justo, entonces el
que sabe lo justo actuará de forma justa. Así si el orador es injusto porque su
maestro no le enseñó la justicia, el maestro será culpable.
Esta es la naturaleza al parecer del
padre de Dexter, quien sabiendo lo que podría a llegar a ser su hijo no lo
detuvo y más aun, lo incentivo a perfeccionarse. Para Sócrates es peor hacer
injusticia que recibirla, por ende lo justo y bello es pagar la pena mientras
que condenar un castigo es justo y bueno.
Se dirá entonces que es más feliz el
justo y luego vendría quien por haber cometido una injusticia ha pagado su
culpa. Para
Calicles lo justo por naturaleza es que el mejor sea también el más poderoso y
fuerte, el mismo que hará las leyes. Pero para Platón, la sociedad, la multitud,
es más fuerte y poderosa que el más fuerte de los hombres, por eso las leyes de
la sociedad son las mejores. Para Platón es
preferible precavernos de cometer injusticias que de recibirlas pues si
llegamos a cometer algo malo debe ser castigado pues el castigo es algo justo y
bello.
Cuando existe un conflicto entre la razón y algún apetito, en este caso, el deseo de matar, (casi como la expresada hambre de un alma pervertida) no se inclina por la razón. La unidad del alma del sujeto equilibrado debiera definir las virtudes con el individuo del mismo modo que fueron aplicadas en el Estado.
Porque la justicia consiste en que cada facultad se cumpla en el alma del justo con la función que le ha sido asignada. Por ende la injusticia será el no cumplimiento de las funciones adecuadas y propias. Así, justicia es armonía y salud del alma.
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